Queremos ayudarte a tener un hogar más sostenible porque en la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente está nuestro futuro. ¡Mira nuestros consejos!
Reutiliza:
Dale una nueva vida a los envases de vidrio usados, utiliza papel reciclado y aprovecha el agua de limpiar las frutas para regar las plantas. Practica la cocina de aprovechamiento o simplemente congela las raciones que te hayan sobrado. Son ejemplos fáciles de llevar a cabo para evitar la generación de deshechos.
Emplea menos plásticos:
Los plásticos pueden llegar a tardar 700 años en desintegrarse. Por eso, cuando vayas a hacer tus compras, evita plásticos de un solo uso, de corta vida o que no aporten nada al producto que adquieres: elige envases sin plástico, compra a granel y utiliza bolsas de tela para llevar tu compra.
Consume alimentos de cercanía:
Otra forma de tener un hogar más sostenible es comenzar a consumir productos fabricados en tu entorno, para así contribuir a disminuir la huella de carbono y potenciar el trabajo de los productores locales. Los productos frescos conservarán más vitaminas y minerales porque el número de días transcurridos desde su recolección hasta que llegan a los puntos de ventas es mucho menor.
Obtén un armario sostenible:
Renovar la ropa suele ser una de las actividades con las que más contaminamos. Compra solo lo que realmente necesites, valora hacerlo en tiendas de segunda mano y dona tus prendas cuando ya no las utilices. Otra opción es enviarlas a un punto de recogida para su reciclaje.
Ahorra agua:
No malgastes agua. Cierra el grifo mientras te enjabonas o te cepillas los dientes, el agua es un recurso escaso en cada vez más zonas y a todos nos corresponde ser responsables en su consumo.
Carga tu lavadora y lavavajillas por completo antes de utilizarlos para no malgastar litros de agua innecesariamente. Opta siempre por poner el lavavajillas antes que lavar a mano, ahorrarás agua y los resultados serán mejores. Los fabricantes suelen incluir programas Eco más respetuosos con el medio ambiente que ofrecen un buen resultado en condiciones normales, te lo agradecerá el planeta y tu bolsillo.
Optimiza el consumo de energía:
Podemos hacer mucho para ahorrar energía con pequeños gestos. Usa bombillas led e ilumina solo cuando estés en la habitación. Desconecta cualquier aparato electrónico que no estés utilizando. Valora la utilización de electrodomésticos con un alto consumo, como el horno, o si lo empleas, aprovecha para asar varios platos a la vez. No dejes abierta la puerta del frigorífico y no introduzcas en él recipientes calientes, pues tendrá que emplear más energía para conseguir su óptima temperatura. Apaga el fuego unos minutos antes de que termine la cocción, que seguirá realizándose con el calor residual.
Con un poco de esfuerzo, conseguimos mucho. ¡Apuesta por una vida sostenible!